En 2019, la Unión Europea estableció directrices sobre accesibilidad digital con el "Acta Europea de Accesibilidad", o EAA para abreviar. El objetivo es que todo el mundo pueda acceder en igualdad de condiciones a las telecomunicaciones, los programas informáticos e internet.
En términos generales, accesibilidad significa que toda persona, independientemente de su edad o discapacidad física, tiene acceso a servicios, bienes o edificios.
Las CEA definen en qué medida el mercado de la UE debe orientarse hacia una mayor accesibilidad y qué cambios legislativos deben iniciarse antes de su aplicación. Las CEA tienen su origen en la Directiva de Accesibilidad a la Web de 2016. Ahora, las CEA han especificado y perfeccionado aún más estas directrices.
Se han añadido ámbitos como las máquinas expendedoras, los programas de televisión e internet, que ahora están contemplados en la CEA. Los Estados miembros de la UE deben publicar ahora las leyes correspondientes a nivel nacional antes de junio de 2022 que aborden los puntos establecidos en la CEA. Estas leyes deberán ser aplicadas por las empresas antes de 2025. Las leyes resultantes de las CEA sustituirán a las actuales directrices de accesibilidad, que varían de un país a otro. La nueva base europea de accesibilidad cambiará esta situación: Dentro de la UE, debería haber entonces una normativa relativamente normalizada en cada país. Cabe destacar que la nueva Ley de Accesibilidad también incluye a las empresas privadas y las hace responsables.
Los productos y servicios afectados por la EAA son los siguientes: - Teléfonos inteligentes y tabletas - Servicios de comercio electrónico - Ordenadores y sistemas operativos - Televisores y servicios de televisión digital - Servicios bancarios y cajeros automáticos, así como máquinas expendedoras de billetes - Libros electrónicos - Sistemas y servicios de transporte público (autobús, ferrocarril, transporte aéreo y marítimo).
Por qué es tan importante la Ley Europea de Accesibilidad: La CEA permite una participación justa y equitativa en la sociedad para todas las personas, independientemente de su edad y posibles limitaciones. Según la Oficina Federal de Estadística (2017), solo en Alemania 7,8 millones de personas están catalogadas como personas con discapacidad grave. De este grupo, el 97% ha adquirido la discapacidad a lo largo de su vida. El poder adquisitivo de este colectivo se estima en unos 720.000 millones de euros anuales. Por tanto, el proyecto de ley es también una especie de motor económico que pretende ampliar el mercado a través de la accesibilidad y, por tanto, también debería atraer a empresas con ánimo de lucro.